Cuando en la intro al blog decía que iba a dar cuenta de todo lo que llegara a las uñas de mis pies, ni me refería a la roña acumulada ni se trataba de un mero recurso retórico (no era, en definitiva, baladí -que diría aquélla-). Y es que mi último viaje reinounidense dio para mucho... consumismo!!
Aprovechando las buenas temperaturas primaverales, he decidido vestir a mis uñas pinrelianas de un energético color amarillo ultra-poco-visto, como éste.
Todo comenzó cuando la revista Spirit, de la cadena inglesa de perfumerías Superdrug, se hacía eco de las últimas tendencias en moda y proclamaba por abril del año pasado el inicio del reinado de los tonos neón de la mano de la marca cosmética Barry M, que resultó ser un auténtico hallazgo por su capacidad para combinar precios más que accesibles con una asombrosa habilidad de síntesis de las corrientes urbanas más vanguardistas y altas dosis de diversión y experimentación.
Cuenta la historia que, a principios de los 80, un tal Barry Mero tenía varios puntos de venta al por menor repartidos por Londres. Se llevaban por entonces los looks exagerados, dramáticos, al estilo New Romantic o Punk, y el buen Barry se dio cuenta de que nadie fabricaba colores tan vivos y estimulantes como los que sus clientes requerían. Así, en junio de 1982, se puso manos a la obra para crear su propia gama cosmética, convirtiéndose muy pronto en un nombre de culto.
De entre sus productos, merecen mención especial las Duzzle Dust, tarritos de sombras de ojos en miles de colores inimaginables, sus Glitter Eye Crayon, de automático efecto ochentero para los ojos, y por supuesto la amplísima gama de colores de sus pintaúñas. ¡Y encima son animal friendly! Lily Allen, Christina Aguilera o Sophie Ellis Bextor ya son declaradas fans. Y yo, aunque no tenga tanta pasta (o precisamente por eso), me uno a la lista! ¿Y tú?
Implantación de Barry M en el mercado cosmético español, ya!!
Más en : www.barrym.co.uk
Aprovechando las buenas temperaturas primaverales, he decidido vestir a mis uñas pinrelianas de un energético color amarillo ultra-poco-visto, como éste.
Todo comenzó cuando la revista Spirit, de la cadena inglesa de perfumerías Superdrug, se hacía eco de las últimas tendencias en moda y proclamaba por abril del año pasado el inicio del reinado de los tonos neón de la mano de la marca cosmética Barry M, que resultó ser un auténtico hallazgo por su capacidad para combinar precios más que accesibles con una asombrosa habilidad de síntesis de las corrientes urbanas más vanguardistas y altas dosis de diversión y experimentación.
Cuenta la historia que, a principios de los 80, un tal Barry Mero tenía varios puntos de venta al por menor repartidos por Londres. Se llevaban por entonces los looks exagerados, dramáticos, al estilo New Romantic o Punk, y el buen Barry se dio cuenta de que nadie fabricaba colores tan vivos y estimulantes como los que sus clientes requerían. Así, en junio de 1982, se puso manos a la obra para crear su propia gama cosmética, convirtiéndose muy pronto en un nombre de culto.
De entre sus productos, merecen mención especial las Duzzle Dust, tarritos de sombras de ojos en miles de colores inimaginables, sus Glitter Eye Crayon, de automático efecto ochentero para los ojos, y por supuesto la amplísima gama de colores de sus pintaúñas. ¡Y encima son animal friendly! Lily Allen, Christina Aguilera o Sophie Ellis Bextor ya son declaradas fans. Y yo, aunque no tenga tanta pasta (o precisamente por eso), me uno a la lista! ¿Y tú?
Implantación de Barry M en el mercado cosmético español, ya!!
Más en : www.barrym.co.uk