5/2/09

Concursante

Eras el Norte de mi brújula, mi kibutz del deseo, mi Cielo.
Desde el mismo momento en el que dijiste que no deseabas serlo.

Y para mí la vida sin ti significa cobardía, oficinas, In Rainbows, lluvia.
Una transacción angustiosa.
Palabras y más palabras. Flotando, enredadas.
Yo no soy eso, por mucho que me empeñe.

Y la vida contigo significaría verdad, emoción, riesgo, olas, incertidumbre, "dame un beso, anda". Posibilidad.

El calor residual que me dejaste heredar de tus sábanas...
¿Por qué esos momentos angustiosos son tan importantes?

Tonterías.
Lo son todos los que pasé frente a ti. O a un lado.
Desde el principio de los tiempos, cuando no eras más que ojos.
Unos ojos que siguen siendo enormes.

Con el paso de los años, la boca comenzó a quitarles protagonismo.
Pero ellos no se lo merecen.