9/2/08

Viva el tecktonik!

Acabo de descubrirlo y ya soy una fervorosa adepta. Quizá porque llevo mucho tiempo practicándolo sin saberlo o movida por el encanto arrabalero y trashy que siempre tienen las corrientes de extrarradio, me he lanzado a los brazos epilépticos de esta "french dance", como la llaman los guiris que quieren saber qué se cuece en la Europa continental.

Y lo que se cuece es: un poco de cultura hip-hopera de baile (el funky de centro cívico, vaya) + un mucho de macarreo poligonero en pleno subidón del 'Flying free' + movimientos resultones y un tanto amanerados heredados de la fiebre house de la que aún nos recuperamos + las más recientes tendencias en música electro. Le das al botón de la batidora y... voilà: la danse tecktonique!

Por lo que parece, el nombre ha dado paso a la creación de una macrodiscoteca en París, tipo Scorpia. Pero la rama de baile a la que se ha bautizado así en el país gaulois ha mezclado cual Thermomix (no confundir con el druida de la aldea) todo lo último de lo último con una vuelta de tuerca, y su estética rebosa playeros pump de colores, jerseys y camisas con ilustraciones ochenteras y pantalones entalladísimos para marcar requiebros de cadera.

Si es que, visto lo visto, Michael Jackson siempre fue un visionario. Quién supiera lo que pasa por su mente ahora mismo para ser lo más in dentro de diez años...

Atención, chicos, a estos guaperas total en su versión tecktónica del 'À cause des garçons' de Yelle. ¡Sano, ese cuerpo!