Hace varias noches decidí convertirme en una turista solitaria de mi propia ciudad. Abrí bien los ojos, después de frotármelos fuertemente siguiendo mi costumbre, y me encontré sobrevolando la arquitectura y los cielos grises de Beirut, Moscú, Mónaco, Estambul, Milán...
Y deseé que la mirada profunda, limpia y rebosante de justicia de Gabriele Basilico se pareciera mínimamente a la que yo había desplegado sobre los brillos crepusculares de Barcelona, Nueva York, Toronto, Londres, (mi) Aberystwyth...
Salí de allí convencida de realizar mi propio Intercity, amando la manera en que la luz del poniente penetraba las nubes para posarse en la parte superior de los edificios. Después, contador de gallos a cero, besos al aire, bailar pegados es bailar, canciones maristas. Fueron ellos.
...Y fuimos nosotros. Eternos y entrañables animalitos recolectores, wannabes agazapados en la oscuridad. Vivimos en el breve corredor que comunica el cielo y el infierno; guardianes de distintas puertas aunque, sin querer reconocerlo, de la misma estancia.
Amémonos, vieja enemiga tácita; sea amable conmigo, hombrecillo duro de juguete.
Mas info en: www.manosdetopo.com
www.myspace.com/manosdetopo
Amémonos, vieja enemiga tácita; sea amable conmigo, hombrecillo duro de juguete.
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